Historia de Tarifa


Lo verdadero o falso de la leyenda lo saben las piedras de la alcazaba que fue mandada construir en el siglo X por Abderramán III, y que aún se conserva en muy buen estado. En el interior de lo que fue recinto amurallado se encuentra el casco antiguo de la ciudad, un hermoso laberinto de calles muy estrechas flanqueadas por casas encaldadas por macetas en sus ventanas.
Monumentos:
Castillo de "Los Guzmanes" y murallas:
En el archivo de la Academia de Bellas Artes de San Fernanado consérvase una Memoria del ramo de Guerra, acompañada de tres planos, del recinto de Tarifa, del castillo de los Guzmanes y su torreón avanzado, y de una parte de la ciudad donde existen los restos de murallas de la época de Guzmán; llevan la fecha de 1.868.
El alcázar desde donde, se supone, arrojó Guzmán el Bueno el puñal para que mataran a su hijo, es de estructura árabe, aunque reformada posteriormente, y junto al sitio don fué muerto su hijo, se alza un desmochado torreón avanzado que llaman de Guzmán; al pie se ve una lápida conmemorativa moderna del conde de Niebla, en honor de su ilustre antepasado.
Sobre la antigua mezquita, de la que sólo se conservan cuatro columnas, aprovechadas, sin duda, al edificarla los árabes, de algún templo o edificio romano, está construída la primitiva parroquia de Santa María, dentro del recinto de la alcazaba.
En el año 1.908, al hacer una reparación en el techo de una capilla, se descubrieron una viga y tres trozos de un artesonado árabe, de bellas labores entrelazadas, con elegantes caracteres cúficos incompletos, los cuales, en opinión del doctor arabista Sr. Codera, no parecen corresponder a ninguna leyenda alcoránica, pero que por estar mutilados es aventurado e inútil toda tentativa de traducción.
Puertas:
Antiguamente tenía la ciudad tres puertas llamadas de la Aljaranda, de la Almedina y la del Mar, las cuales, cuando se aumentó la población moderna, quedaron, la primera, en la calle del Aguila,; la segunda, en la cuesta de su mismo nombre, y la tercera, que aún tiene uso, delante de la alcazaba.
En la actualidad hay tres: la de Jerez, al Norte; la del Retiro, al Este y la del Mar, al mediodía.
Monumentos de la época cristiana:
Monumentos importantes de esta época son:
La iglesia de San Mateo, actual iglesia mayor, que fue contruida en el siglo XVI, y la iglesia de San Francisco, edificada en el siglo XVI y reconstruida en el XVIII, que alberga la imagen del Cristo del Consuelo, obra tallada en el siglo XV.
Baelo Claudia:
Junto a la playa de Bolonia se encuentran las ruinas romanas de Baelo Claudia, una ciudad que se dedicaba a la pesca del atún para fabricar el "garum", una salsa hecha con vísceras sazonadas, que era exportada a Roma, donde era consumida por las elites del Imperio. Los visitantes de las ruinas pueden hoy ver con claridad cómo era el teatro romano, los templos, el palacio de justicia, las tienda, las viviendas y las fosas e instalaciones donde el atún era transformado en garum.
Patrona:
Los tarifeños tienen como patrona a la Virgen de la Luz, en cuyo honor se celebra en septiembre una vistosa y muy popular romería a caballo, que marca el inicio de la Feria y Fiestas de la ciudad. Otra romería de muy diferente tipo es la que viven los miles de algecireños y campogibraltareños que cada domingo de verano por la tarde vuelven en sus automóviles en largas caravanas por la carretera nacional hacia sus localidades de origen, donde las playas han perdido la pureza de las de Tarifa.

En la actualidad hay tres: la de Jerez, al Norte; la del Retiro, al Este y la del Mar, al mediodía.
Monumentos de la época cristiana:
Monumentos importantes de esta época son:
La iglesia de San Mateo, actual iglesia mayor, que fue contruida en el siglo XVI, y la iglesia de San Francisco, edificada en el siglo XVI y reconstruida en el XVIII, que alberga la imagen del Cristo del Consuelo, obra tallada en el siglo XV.
Baelo Claudia:
Junto a la playa de Bolonia se encuentran las ruinas romanas de Baelo Claudia, una ciudad que se dedicaba a la pesca del atún para fabricar el "garum", una salsa hecha con vísceras sazonadas, que era exportada a Roma, donde era consumida por las elites del Imperio. Los visitantes de las ruinas pueden hoy ver con claridad cómo era el teatro romano, los templos, el palacio de justicia, las tienda, las viviendas y las fosas e instalaciones donde el atún era transformado en garum.
Patrona:
