Tánger

Visita a Tánger desde Zahara de los Atunes

Visita a TángerEstá situada en el extremo norte de Africa, entre el Mediterráneo y el Atlántico, dentro del llamado "círculo del Esctrecho". Para conocer algo de Marruecos la visita a Tánger es obligada. El viaje se puede realizar desde Tarifa (a 40 Km. de Zahara de los Atunes), a bordo del ferry de la compañía FRS, dura tán solo 35 minutos.
Nos permitirá conocer una de las ciudades más modernas de Marruecos, que ha experimentado una gran expansión urbanística: zonas como la industrial de Gzennnaya, la estación de ferrocarril, el nuevo puerto de Tánger-Med...
Su territorio ofrece una gran variedad paisajística formada por la bahía, por las calas, por grandes y pequeños valles, por llanuras, depresiones, promontorios y acantilados que favorecen el algunos puntos unas magníficas vistas sobre el Estrecho, las playas y la propia ciudad.

Sitios de interés en Tánger

Tánger está completamente renovada gracias a la actuación del nuevo rey de Marruecos. Mucha gente habla español, así que el idioma le supondrá una ventaja. Tánger sigue guardando la innegable fascinación para viajeros de todo el mundo que vienen atraídos por la leyenda. Los lugares más pintorescos que podemos ver son: El Gran Zoco; para ver el colorido de los campesinos con sus vestidos de rayas y sombreros, Plaza de la Alcazaba; con vista al puerto y bahía, Bulevar Pasteur; arteria principal de la ciudad con edificios de principios de siglo, Cabo Espartel; lo más al noroeste de Africa, desde el que se contempla el Atlántico, las grutas de Hercules; espectacular excavación natural en la roca en la que el mar entra con la marea alta.. Tánger se vislumbra como un destino cosmopolita que entronca con las raices más profundas del Marrueco tradicional de tes a la menta y zocos.

Un día de visita en Tánger

Tánger ciudadCogemos el Ferry en Tarifa, moderno y cómodo, las vistas fantásticas del Estrecho de Gibraltar aumentan la emoción por pisar tierras africanas. A los pocos minutos divisamos Tánger, la parte más antigua de la ciudad se desvela en una cima. Como vamos en una excursión guiada, el guía, antes de desembarcar, nos recoge los pasaportes para presentarlos en la Aduana, cruzamos el tumulto del puerto y nos embarcamos en un autobús. Atravesamos el lento y caótico tráfico de Tánger mientras miramos a los niños colgándose en la parte de atras de otros autobuses. Admiramos el colorido pastoso de Tánger. El guía mientras, habla en inglés, francés y español que aparentemente entendemos a la perfección. Primera parada, en un parque en las afueras de la medina (en el casco antiguo), vemos el cementerio alemán, en esta parte de la ciudad se pueden encontrar iglesias, cementerios ingleses y franceses y edificios de estilo colonial; cuando Marruecos se encontraba en plena lucha entre Francia y Alemania. Era Zona Internacional en la Liga de las Naciones. En esa época era un sitio fascinante para gente como Orson Welles, Barbara Hutton y Henri Maisse, entre muchos occidentales.
Mezquita en TángerNos adentramos por la Medina, un laberinto de casas apretujadas y calle adoquinadas, que consisten, basicamente, en secuencias interminables de escaleras ascendientes y descendientes que dan forma a la colina. Por dentro la Medina es una ciudad Medieval dentro de otra ciudad. Olor a especias mezclado con los colores vivos de las mercancias de los vendedores, que forman parte de la multitud de pequeñas tiendas, boutiques, barberos y talleres. Cruzamos la Medina y nos dirigimos al acantilado que tiene vistas del puerto y de España. Hacia el oeste se distingue Cabo Espartel, un lugar simbólico para marineros y uno de los extremos del continente africano.

Volvimos al casco antiguo y allí nuestro guía nos llevó a una tienda de alfombras (típica parada planeada por él de acuerdo con el vendedor), donde nos ofrecieron desde joyas a alfombras de 10 X 5 m., salimos de allí con un bonito katftan rojo. Como era la hora del mediodía, nos llevaron a un típico restaurante marroquí, donde nos sentamos a degustar un menú del día tradicional, un plato de cuscús con un tajinete de verduras, de postre el camarero nos trajo una tetera de delicioso té a la menta, en vez del típico café. Llega el momento de volver al puerto, la visita no da más de sí, al volver, paseando por la Medina, nos solazamos contemplando el todavía numeroso gentío sentado en las cafeterías de estilo francés ó de camino a la mezquita.
´Puerto de TángerTánger nos deja un buen sabor de boca ó de menta, pero es necesario antes de ir, que concertemos el viaje de un día con cualquiera de las compañías que se encuentran en Tarifa ó Algeciras, ya que eso nos garantiza un guía certificado, que nos llevará seguros y evitando las moletias de ser acosados por mendigos ó ladrones. Las mujeres pueden ir al estilo occidental, pero no de manera provocativa. Para familias con niños no reviste ningún problema, basta con que los niños figuren en el pasaporte de alguno de los padres. Tánger se encuentra a un salto y les hará sentir por un día en el cuento de las 1001 noches.


 

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