El ladrillo con pies de plomo
La construcción ha pasado los peores momentos. Ya no es una lacra para el PIB y el desempleo en el sector está estancado. Sin embargo, el sector no se fía, ahora, después de los tiempos oscuros de la crisis, pide una normalización para evitar una segunda burbuja. Muchos agentes piden a las constructoras y promotoras que reduzcan sus márgenes en promoción, evitando subidas y bajadas sin sentido. Muchos apuntan a reducir sus beneficios con tal de que el sector se dinamice y se mantenga.
Con esta reducción, destinan el sobrante del beneficio a la compra de suelo y poder ajustar el precio de las viviendas. En la crisis, la venta era una cuestión de precio. Los compradores compran, no porque la crisis haya acabado, sino porque los precios han tocado fondo y algunas de las viviendas que querían se habían vendido.
Los bancos tienen bien aprendida la lección, no financiarán proyectos que no tengan una inversión previa por el promotor. De esta manera se habla de “normalización” para comenzar a producir viviendas de una manera normal, a pesar del excedente que existe. También en parte a la confianza del comprador-consumidor de este último año. Los bancos cerraron el grifo entre 2008 y 2011, y se centraron en rebajar su inventario inmobiliario. Pero con los préstamos al 0 % necesitan prestar para recuperar su negocio hipotecario, que tan pingües beneficios les dio, esta necesidad tirará del mercado inmobiliario en los próximos años. El repunte de la construcción se ve en la compra de suelo por parte de los profesionales del sector. Estamos, poco a poco, ante una normalización de las transacciones en el suelo (ya no son especulativa como antaño) y la estabilidad de los precios. La crisis ha acabado con el cooperativismo de viviendas en España, las viviendas de protección oficial ya no representan ninguna ventaja., la tramitación de las libres es más rápida. En algunas zonas de España podría darse una subida de precios al haber una demanda anquilosada y no existir nuevas viviendas en construcción.
Una asignatura pendiente del sector de la construcción es la rehabilitación de viviendas, ya que sería un segmento donde se podría crear miles de puestos de trabajo, aunque por ahora sigue marcado por una falta de financiación. Por último se aboga por hacer unas estadísticas fiables del sector, ya que, bien sea por el INE o por el Ministerio de Fomento, no se ha implantado un sistema veraz en España. Se apuesta porque las promotoras declaren sus ventas en contratos privados, lo que hará tener un soporte para conocer algo más del oscuro mercado inmobiliario español.
Se puede decir, que en este año y el que viene, la construcción dará tímidos pasos buscando una afianciación estable y duradera y no gallinas de huevos de oro como se intentó buscar en Rumanía o Brasil. Se impone la prudencia
Con esta reducción, destinan el sobrante del beneficio a la compra de suelo y poder ajustar el precio de las viviendas. En la crisis, la venta era una cuestión de precio. Los compradores compran, no porque la crisis haya acabado, sino porque los precios han tocado fondo y algunas de las viviendas que querían se habían vendido.
Los bancos tienen bien aprendida la lección, no financiarán proyectos que no tengan una inversión previa por el promotor. De esta manera se habla de “normalización” para comenzar a producir viviendas de una manera normal, a pesar del excedente que existe. También en parte a la confianza del comprador-consumidor de este último año. Los bancos cerraron el grifo entre 2008 y 2011, y se centraron en rebajar su inventario inmobiliario. Pero con los préstamos al 0 % necesitan prestar para recuperar su negocio hipotecario, que tan pingües beneficios les dio, esta necesidad tirará del mercado inmobiliario en los próximos años. El repunte de la construcción se ve en la compra de suelo por parte de los profesionales del sector. Estamos, poco a poco, ante una normalización de las transacciones en el suelo (ya no son especulativa como antaño) y la estabilidad de los precios. La crisis ha acabado con el cooperativismo de viviendas en España, las viviendas de protección oficial ya no representan ninguna ventaja., la tramitación de las libres es más rápida. En algunas zonas de España podría darse una subida de precios al haber una demanda anquilosada y no existir nuevas viviendas en construcción.
Una asignatura pendiente del sector de la construcción es la rehabilitación de viviendas, ya que sería un segmento donde se podría crear miles de puestos de trabajo, aunque por ahora sigue marcado por una falta de financiación. Por último se aboga por hacer unas estadísticas fiables del sector, ya que, bien sea por el INE o por el Ministerio de Fomento, no se ha implantado un sistema veraz en España. Se apuesta porque las promotoras declaren sus ventas en contratos privados, lo que hará tener un soporte para conocer algo más del oscuro mercado inmobiliario español.
Se puede decir, que en este año y el que viene, la construcción dará tímidos pasos buscando una afianciación estable y duradera y no gallinas de huevos de oro como se intentó buscar en Rumanía o Brasil. Se impone la prudencia